Las Abuelas Sargentonas

Sargentona se dice, en Paraguay, por las mujeres mandonas, las autoritarias, mbarete porá, (súper fuertes - en guarani) las decididas, las objetivas y autosuficientes. Normalmente son Señoras que enviudaron muy temprano o son madres solteras, son las que sacaron sus hijos y el hogar adelante solas. Bueno, el problema es que un día, los hijos ya grandes y encaminados en sus vidas, y estas señoras envejecen y se debilitan, pero, aun sintiendo algún tipo de dolor o teniendo alguna enfermedad, no quieren dar el brazo a torcer, no quieren mostrar debilidad, rechazan cualquier tipo de ayuda, ya sea una empleada domestica, una enfermera, alguna compañía, se niegan ir a vivir con uno de sus hijos y, se niegan rotundamente a salir de sus casas … Tener la madre viviendo sola, para los hijos y nietos es una preocupación constante y mas todavía cuando estos están en el exterior, a veces para la opinión pública parece una viejita abandonada, … Pero … en realidad es al revés, es una señorona muy amada y respetada por sus hijos, por esto ella esta como ella quiere estar, muy pocas personas saben todo el drama que esto involucra. Conocí un caso en que los vecinos, idiotamente, comenzaron a manejar la idea de que la ancianita autosuficiente era una bruja malvada, algunos niños la tiraban piedras!; Conocí un caso en que sus hijos médicos llevaron la madre ancianita a otro país y allí la señora falleció de disgusto, la llevaron forzada y se sintió “traicionada y humillada por sus propios hijos” palabras textuales; Conocí un caso en que la mamá hace “todo lo que la hija le dice nomas solo por no crear problema alguno para nadie” …pero nadie se fija que ella no tiene vida… Otro caso. Cuando cambiaron de ciudad y de casa y la madre dormida no se dio cuenta, ya que en la casa nueva montaron su cuarto idéntico al anterior, y, bueno, como ella ya caminaba y veía muy poco, todo estuvo bien; También el triste caso de la ancianita alemana que tuvo total amparo y excelentes cuidados del Estado cuando se quedó paralitica y entonces nunca más pudo visitar a sus hijas en América Latina y, estas, no tenían dinero para viajar a Alemania, apenas hablaban por teléfono,… Vivian en una encrucijada, dejar la madre con excelentes cuidados pero lejos de todos, o cerca de todos sin las facilidades mecánicas y tecnológicas que tenía en su país? Conocí un caso en que la madre estaba mal de salud pero por no mostrar debilidad, y no salir de su casa, sus hijas dejaban sus nietos súper traviesos bajo sus cuidados y la señora sufría muchísimo, calladamente; Otro caso, cuando los hijos debatían entre si, sobre “con quien quedará mamá? En que casa, quien ayudaría en los gastos, quien se encargaría de llevarla a comprar sus verduras, quien se encargaría de llevarla a la Misa, o a su médico? Y entonces la Abuela Sargentona vino con una escoba y les pego a toditos echándolos violentamente de su casa, exclamando “se olvidan que salieron de mi panza”… Un caso más, cuando la madre sufre algún mareo, se asusta y se conforma ya que tiene que ir a vivir con su hija, pero en el medio de la mudanza, se siente mejor y va de nuevo a su casa…; Hay la que acepto cambiar a un departamentito más chico y seguro, pero se deprimía por no tener más su jardín, sus plantas, sus gallinas, perritos y etc… Que debemos hacer? Mi conclusión: Resulta que las Señoronas, como yo llamo, aman sus patios, aman sus casas y sus recuerdos, puede ser un cuadrito desteñido de un caballo y una casita, de alguna figura recortada de una revista, que no nos costaría nada tirar al basurero, pero aun llenos de telaraña para ellas significa mucha historia, y entonces mi conclusión es: Dejémoslas en paz!! Dejémoslas en sus casas, en sus vidas, sus culturas y tradiciones. Esto sí, busquemos los buenos vecinos, las buenas vecinas y con ellos, un sutil monitoreo se puede hacer, y si estas queridas madres o abuelas llegan a debilitarse, los vecinos, las queridas vecinas, serán las primeras personas en socorrerlas, hasta que lleguen los familiares. Los buenos vecinos son elementales, es una parte importante de nuestra vivencia y convivencia humana, y en este especifico caso es un tipo de educación que aún nos falta, la conciencia y la responsabilidad colectiva. Que todos somos responsables por los niños y ancianos de nuestros vecindarios, no les parece? Marzha Navarro Homenaje a mi amiga Mariana Fuentes, quien en su vida no tuvo buenos vecinos...