El Populista y El Populista Peligroso

EL POPULISTA Y EL POPULISTA PELIGROSO
Hablando de presidentes de la república, el populista es aquel que debido a su incompetencia y a su ansia de llegar al poder, utiliza retórica de cuño popular, o sea, dice lo que la mayoría de las masas quiere escuchar, lo que el pueblo asimila y se identifica perfectamente porque narra y comenta problemas cotidianos, comunes.
El populista peligroso, es realmente una amenaza para las naciones y para la humanidad, porque es un populista calculado, artificial y fabricado, es aquel presidente que en la retórica es popular y en ocasiones populachero, pero en su accionar es un neoliberalista que hasta puede estar trabajando para intereses de empresariales transnacionales, o para los grandes evasores de impuestos quienes tienen como objetivo principal la destrucción y o el máximo debilitamiento del Estado en el tercer mundo, y del Estado de Bienestar Social en los países que lo lograron.
El presidente populista peligroso, deja que la burocracia corrupta se desarrolle, influye para que la justicia no funcione, apuesta a que cada institución pierda credibilidad, que la opinión publica empiece a ver al aparato estatal como su enemigo. El presidente populista peligroso privatiza las empresas del Estado, mientras las defiende, aumenta sus gastos reservados y los aplica en donaciones que fortalecen a ONGS, mientras anula las instituciones competentes constitucionales y presupuestadas, efectivas y sistemáticas del Estado. Donaciones libres y esporádicas, condicionadas, eventuales, que pueden también con total pragmatismo, extinguirse a cualquier momento. Quedando la población desamparada en todos los sentidos.
El presidente populista peligroso distribuye bonos, vales, platos de comidas, mientras va eliminando derecho adquiridos reales.
El presidente populista peligroso, apuesta a la flexibilidad en las leyes laborales, habla mucho de la autogestión y de la solidaridad – las exalta porque significa adhesión circunstancial, implica a ciudadanos y a personas ricas o pobres que se ayudan entre si, sin el Estado. El presidente populista coquetea con los comunistas, muy útiles para el esquema neoliberalista ya que estos en el afán destruir el Estado que ellos creen que es burgués, colaboran enormemente en la desestabilizaron. Pero en realidad el presidente populista peligroso, aquel mismo que se abraza con piqueteros, con los sin tierra, con los comunistas, será el primero en mandar la policía reventarlos caso pasen de los limites o hagan algo no contemplado por el nuevo orden mundial.
El presidente populista peligroso es comerciante, es un vendedor con estrategias diferentes, es un ser frío y calculista , y es capaz de todo... en verdad ambas modalidades de presidentes son peligrosas ya que el incompetente y el competente, pero para el mal, causan daños al pueblo, de la misma forma.
MARZHA NAVARRO